Y resulta que, promediando Octubre, el grupo misionero San Patricio de la Parroquia Nuestra Señora de Aránzazu de San Fernando, tiene lema de misión. Es que, siempre que Tata Dios acompañe, en Diciembre estaremos visitando nuevamente el barrio Río Luján, pegadito a Manzanares, partido de Pilar.
"Que todos sean uno para que el mundo crea"
Es el pedido de Jesús a su padre en el evangelio de San Juan. Cuando se propuso la frase, previo a elegirla definitivamente, pensé en cual era la misión que teníamos que realizar en el barrio. Pensé que en mis primeros días en Diciembre del año pasado había notado la poca participación de las personas en la capilla. Es cierto que hace muy poquito fue levantada pero noté la necesidad de una comunidad, de formar una comunidad.
Y no es fácil formar una comunidad. Pensé en muchísimas cosas que uno tiene que dejar de lado cuando se predispone a trabajar en una comunidad. Porque no importan las diferencias, las opiniones, lo que importa es tirar todos para el mismo lado. Y hacerlo desde la diversidad de, justamente, opiniones y diferencias.
Para misionar en el mundo de hoy, llevar el mensaje de Jesús que vence la opresión, la injusticia, la discriminación, la violencia, el odio; necesitamos estar unidos, estar hermanados, formar comunidades. En fin, necesitamos ser Uno. Como Jesús y el Padre.
Me parece que nuestro objetivo es ese, que nazca una comunidad, viva, hermanada, en Río Luján. Con gente con ganas de trabajar por esos pibes. Es nuestro objetivo lograr que se trabaje ahí. Una localidad pegada, muchos barrios privados muy cerca. Muchos orígenes para una futura comunidad, que deberá entender que todos juntos son uno solo.
No es fácil. Pero no es imposible.
Esa futura comunidad, que trabajará (Perdón si hablo desde utopías) por los pibes de ese barrio, luchará para que, justamente, esos pibes crean. No me importa si después creerán o no en Jesús exactamente o la iglesia. Pero que crean que vale la pena vivir, que crean que pueden, que tengan esperanza, que valen. Porque dentro del olvido y la pobreza de muchos de ellos, es casi imposible que crean en ellos mismos. Que crean que puedan tener un futuro. Y para alguien que lo ha visto con sus propios ojos, no hay nada mas triste que eso.
Por eso querido Dios, Que todos sean uno para que el mundo crea...Perdón: Que todos sean uno para que Río Luján crea.
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