"Que la bondad de ustedes sea conocida por todos"
Me pareció muy interesante para trabajar. Porque creo que un misionero lleva algo más que un mensaje bonito de amor y paz. Mucho más. Y ese mensaje que lleva, el de la justicia practicada por Jesús, se hace desde la vida misma, desde el ejemplo, desde la transparencia en todo momento. La bondad de los misioneros, que practican puertas adentro no debe quedar ahí. Todo el mundo (En este caso la comunidad de Ranchos) debe conocerla, debe conocer su manera de laburar, sus ganas, sus miembros, su historia, sus acciones, sus obras.
La bondad de los misioneros de un grupo de jóvenes se demuestra en cada acción, en cada encuentro entre ellos, en como transpiran la camiseta, en como permanecen unidos en la adversidad, en como se llevan, se bancan, se alientan, se abrazan, se levantan, se animan, se amigan, se hermanan.
Yo me imagino que si una comunidad, ya sea Ranchos, Río Luján o cualquiera, conoce estas cosas de San Francisco Javier, tendrá ganas de hacer lo mismo. Creo que la misión también pasa por ahí, por mostrar absolutamente todo desde el corazón. Mostrar la bondad que nos hace participar de tantas cosas, a pesar de ser muy distintos.
Decía San Francisco Javier: "Ay de mi sino anuncio el evangelio" Y anunciar forma parte de la misión. Y la misión es un acto de bondad que se realiza no solo desde las palabras, sino también desde el corazón y desde las manos. Esas que se ensucian, se embarran, se manchan con tal de cambiar la realidad.
Ojalá que la bondad de mi comunidad sea conocida por todos, que la bondad de mis misioneros sea conocida por todos, que el corazón de esas hermosas personas lleguen a todas, en este caso, las personas de Ranchos.