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domingo, 10 de abril de 2011

El Hombre en comunidad

Ya llegado el Domingo, después de una semana movidita, tanto en las actividades que realizo durante la semana, como en lo espiritual. El Viernes, el punto más importante de estos días, comencé nuevamente (Quinta temporada ya) Confirmación.
Dar confirmación es una de las cosas que más me llena, sobre todo el hecho de conocer gente nueva, nuevas vidas, experiencias, testimonios, etc. Pero una de las cosas que más me gusta de Confirmación, es nuevamente estar ante el desafío de formar una comunidad, un grupo, una pequeña sociedad que, de alguna forma u otra, tendrá que funcionar de acá a fin de año.
Siempre me pregunté por qué las personas tendían a unirse en grupos, a trabajar en conjunto, a compartir testimonios, etc. Algo clave, en mi entender, para el funcionamiento de los grupos de jóvenes. Clave, pero ¿Por qué es clave?
Entonces decidí irme a la Biblia, al antiguo testamento. A ver si encontraba algo, y así fue. Ya en el Génesis (2:18) Dios dice: "No es bueno que el hombre esté solo". O sea, de entrada, Dios afirma que el hombre no tiene que estar solo. De ahí parto para ver esta teoría.
El hombre no se realiza solo, lo tiene que hacer en comunidad. Acompañado de personas, ya sea por compañerismo o solidaridad, como por competencia y ambición. En cualquiera de los dos casos, el hombre necesita a alguien al lado, aunque sea para poder ganarle. De esta manera las personas tienden a unirse a grupos, a tener la necesidad de estar en un grupo.
Ya desde principio, Dios aclara que el hombre debe estar acompañado, es así como el hombre logra trabajar mejor, y es así como se logran las comunidades. Las comunidades podrán hacer lo que quieran, pero en algún momento (Y más si hablamos de grupos de jóvenes) van a querer cambiar algo de la realidad, del mundo que los rodea, y eso no podrán cambiarlo individuos aislados y alejados entre sí.
Es por eso que, creo, hoy por hoy el mundo necesita de grupos de jóvenes, de grupos misioneros, de grupos de personas que quieran cambiar la realidad. Porque el mundo es individualista, hemos caído en la publicidad y compramos que con estar solos estamos mejor. Que un televisor es la mejor compañía del mundo, que podemos vivir 24 horas en internet...Individuos aislados los unos de los otros, más fáciles de dominar, de vencer.
El mundo se ha convertido, a esta altura, en conjunto de seres aislados que intentan sobrevivir día a día sin necesidad de interrelacionarse. Incluso, polémico seré, cuando alguna tragedia ocurre, las personas se agrupan para ser solidarios. Pero antes de eso, y después también, no aparecen (Pero de eso hablaré después), entonces la miseria, el hambre, la pobreza, son constantes que siempre ocurren. Porque salvo que aparezcan en la tele, y nos conmovamos, no salimos a ayudarlos. Sí, la solidaridad también la compramos de los medios.
Por eso Dios, ni bien creó (O supo que iba a crear) al hombre, dijo, advirtió: "No es bueno que el hombre esté solo"

1 comentario:

  1. Nadie puede ser feliz en la soledad (Lo que no significa, saber estar con uno mismo). Nadie puede cambiar nada en soledad. El hombre está destinado por Dios a ser feliz y a transformar la realidad, pero en comunidad, viviendo una existencia popular. Sino, habría que preguntarse si es hombre.
    Los grandes medios (y los pequeños más aún) pueden ser grandes herramientas para agrupar y encontrar a los hombres (aunque no los espacios reales de encuentro), pero sus dueños verdaderos no quieren que así sea, y nos hicieron caer en su trampa. Y pareciera que así estamos cómodos. Porque estamos perdiendo, nuestro deseo de encontrarnos.
    Por suerte el cambio ya empezó hace un tiempito, y es nuestro deber profundizarlo. Para así poder encontrarnos plenamente como seres humanos y misionarnos. Y así encontrarnos plenamente con Dios.

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